sábado, 14 de junio de 2014

Enloquecido y Enmohecido.

 
  A ver quién conoce estas palabras:
"¿Que tal si deliramos, por un ratito?"

  Va:

Es un libro que cae al revés, por ahí tiene algo que ver.
Ph: María Florencia Cáceres.
Dibujo: Yo, Marcos Hillebrand.
  Yo creo que no todas las cosas que uno hace mal son precisamente cosas malas, a veces el dolor de cabeza es tan grande como una peste alambrándose y al mismo tiempo pequeña como una comunicación exigente. Creo también que enloquecido y enmohecido son dos cosas distintas, cuando una recarga de energías, la otra lo hace de cosas malas y pegajosas que son, sin querer, dolores de cabeza gigantes. Por último creo que haber crecido creyendo cosas que ahora no creo, cosas que ahora creo en realidad son mentira, me ha enmohecido, y me ha dado dolores de cabeza gigantes, pero he enloquecido con el paso del tiempo y con el viento que hace al eco de mis voces, y es allí donde todo disminuyó hasta casi una comunicación exigente, e inexistente, entre las cosas que uno hace mal pero que al final, no son precisamente cosas malas, porque enloquecido y enmohecido, son cosas totalmente distintas.
  Y tanto enmohecido como enloquecido, enloquece y enmohece el tiempo las articulaciones. Pobre hombre moho, tan loco.



Marcos Hillebrand.

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