sábado, 11 de octubre de 2014

El terreno de batalla.



El terreno de batalla.
La totalidad en tres.

Marcos Hillebrand.
shaquerla.blogspot.com.ar
wescribe.co/u/marcos-hillebrand/profile



Todo se prefigura como una porquería.

La peor porquería es ese yo momentáneo 
y estentóreo -a fuerza de vacilaciones-
tan fácil de convencer,
que todo lo aplaude,
que todo le da bien,
que todo lo hace mejor,
que en se sabe el mejor.

Esa es la peor porquería.

Y esa peor porquería tiene en su núcleo
algo peor en su cualidad de porquería:
que es una porquería en alma,
ya no en moco
o tinta,
-o verborrea-,
es una porquería en alma.

-"Esto hace que se construyan, sobre la misma base -que para nada las condiciona-, dos porquerías, ese idiota inflado y este idiota que escribe a escondidas del otro idiota, que toma un mate que se le enfrió, toma otro para saborear la yerba en caliente, y lo escribe."

Dos idiotas disputándose una totalidad que,
inútil y estupefacta, 
cede ante su lucha,
olvidando todas las demás almas olvidadas
entre cráneo y cerebro.
-Las que martillan la humanidad
y le dan vida a los sentidos-

Por eso es siempre soy porquería.

Porque,
o soy porquería engreída,
que se infla y explota;
o soy porquería arrepentida,
que se arremanga y rezonga.

Esto haría prefigurarse una porquería en dos,
pero en realidad soy una porquería en tres.
Puesto que soy la porquería que dejan,
el terreno de batalla.
El territorio que ambos se cuestionan
tener que repararlo,
pero que a la hora de la verdad
ninguno se toma en serio el trabajo.
Cada uno, en su turno,
me aprovecha hasta el hartazgo,
y el otro que le sigue le imita
-soy yo quien imita ambos polos:
la peor-

Esa porquería soy,
la unión de ambos. 
El terreno de batalla.
El territorio en disputa.
La totalidad en tres.


Fotografía: Jimena Castiñeyras.
Flickr: https://www.flickr.com/photos/jimenacasti

1 comentario:

  1. Ideal para esos días en los que te sientes a la altura del barro, je...

    ResponderEliminar