jueves, 22 de mayo de 2014

Recopilando II. Viejos versos olvidados y reencontrados.

Las horas fugitivas del sol.

Las canciones cada vez hablan mas por mí.
Y en algunas ocasiones me olvido de morir.
Todos los días del verano el invierno quiere estar
en tu mente, y no en vano te hacen titubear 

Y el corazón: la demanda...
Se escapa siempre a la nada
Y cuando lo necesito... Se lleva mis abrigos

Pero suenan los acordes...
Y bailo con tambores en el pecho, 
y se sacude el cuerpo, fuerte el pecho.
¡Hay enrosque! Caliente el pecho.
La garganta hoy tiene trueno.

Una canción o una postal, que da vida completa.
Momento con eternidad.
Miradas verdes, rojas, azules, grises y negras.
Obtengo un segundo la eternidad.
Almas que recuerdan, viajes hasta el cielo,
y bajan por un sorbo mas de felicidad.
Alegría.
Que no salga el sol con esta noche que da vida
Serenas las horas no son aburridas. Por fin.
Serenas las horas no son aburridas. Por fin.!
No son aburridas, por fin, no son aburridas.
Las horas fugitivas del sol. Por fin!
Las horas fugitivas del sol.


Marcos Hillebrand.

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